Apoyo en el duelo
El proceso de duelo
Cada persona es única en su forma de afrontar la pérdida de un ser querido. Si bien el proceso de duelo es diferente para cada uno, todos experimentamos sentimientos comunes a medida que avanzamos hacia la sanación.
Al principio, puede sentir una sensación de desapego, conmoción o entumecimiento. Incluso puede preguntarse por qué no está más afectado por su pérdida. Esta sensación de desconexión es una respuesta de supervivencia. Es simplemente la forma en que la naturaleza le ayuda a seguir funcionando a un nivel básico incluso bajo un estrés extremo. La negación es una herramienta que, inconscientemente, le permite hacer lo necesario para seguir adelante con su vida en los días inmediatamente posteriores a la pérdida. La ira crea un puente de conexión con el entumecimiento inicial del duelo. Puede sentirse enojado con los médicos, su familia, el ser querido fallecido o con Dios. La ira es una etapa necesaria del proceso de sanación. Su ira está conectada con su dolor. Cuanto más se permita sentir la ira junto con el dolor, más disminuirá y más sanará. Antes y después de una pérdida, puede sentir que habría hecho cualquier cosa si su ser querido se hubiera salvado. "Si tan solo" y "¿qué hubiera pasado si..." se convierten en pensamientos recurrentes. La culpa suele acompañar la negociación. Quizás se pregunte si podría haber hecho algo diferente para que su ser querido siguiera vivo. Quizás intente cuestionar a los médicos y a usted mismo. Quizás vuelva a vivir en el pasado para evitar el dolor del presente. Después de negociar, los sentimientos de vacío y dolor se presentan a un nivel más profundo. Esta depresión no es un signo de enfermedad mental. Es la respuesta adecuada a una gran pérdida. Cuando una pérdida se instala por completo en su alma y se da cuenta de que su ser querido no regresará, los sentimientos de profunda tristeza (depresión) son normales. No experimentar depresión después de la muerte de un ser querido sería muy inusual. La depresión es un paso necesario hacia la sanación. Con el tiempo, acepta su duelo al entrar en la etapa de aceptación del duelo. En este punto, la pérdida se ha convertido en parte de su historia. Ya no consume su vida de la misma manera que al principio. Con la aceptación llega una mayor paz. A medida que avanza en esta etapa, se encontrará nuevamente interesado y capaz de disfrutar de algunas de las cosas que antes disfrutaba hacer. Podrás desarrollar nuevos intereses y relaciones. Has aprendido a vivir con tu pérdida de forma constructiva y sanadora.
¿Cuánto tiempo más voy a sentirme así?
Cada persona es diferente, y su duelo también. Cada persona seguirá un camino distinto hacia la sanación. Si bien no hay un tiempo correcto o incorrecto para completar el proceso de duelo, muchos expertos coinciden en que no es inusual tardar al menos un año en completarlo.
Duelo complicado
La duración del proceso de duelo también puede verse influenciada por su relación con la persona fallecida, el apoyo recibido y otros factores. En ocasiones, el proceso de sanación puede verse interrumpido o retrasado si previamente se han producido otros eventos o pérdidas traumáticas en la vida de una persona. Esto puede ser especialmente cierto si la otra pérdida es relativamente reciente o nunca se ha procesado por completo. Esta experiencia de duelo se conoce como "duelo complicado". Las personas que lidian con este tipo de duelo pueden beneficiarse de trabajar con profesionales capacitados en el manejo de problemas de duelo complejo. Si, después de un tiempo, nota que su duelo persiste y le perturba hasta el punto de afectar sus actividades diarias, busque asesoramiento profesional.
